martes, 8 de mayo de 2012

LAS INCÓGNITAS

España como una ecuación con dos, tres o sabe Dios cuantas incognitas. O acaso sean únicamente dudas. Solo una seguridad se le presenta al lector de periódicos y para eso no resulta muy convincente: la del Real Madrid campeón, pero un campeón con un solo antagonista de importancia, el Barcelona. Los demás -Getafe, Villarreal, Racing, Sporting, etc.- pertenecen a otra galaxia deportiva. Florentino Pérez, olvida voluntariamente a Munich y exagera el éxito en la Liga. Pero quizá haya otra realidad tangible animando el paisaje, la que corresponde a las dos jefas madrileñas, Aguirre y Botella y que tan gráficamente nos la muestran en las fotografías que nos brindan los diarios; son dos realidades que no calificaré de palpables para evitar críticas y suspicacias, pero sí muy convincentes porque atañen precísamente a sus físicos: Ana está muy bien sostenida con la fortaleza de su muslamen tan generosamenmte expuesto y Esperanza, ya abuela , pero que controla, vemos, la exposición de unas piernas tan firmes todavía, lo que proporciona tranquilidad a la ciudadanía en general por la seguridad de las dos cariátides que sostienen el edificio madrileño. Aguantarán bien las acometidas de sus contrincantes. Lo demás que vemos pertenece al intrincado mundo de la incognita tan difícil de desentrañar. Ayer nos enteramos de que Rato se nos va otra vez desaprovechando su talento tan comprobado. Rajoy y Rato son dos potencias muy próximas, pero difíciles de encajar siendo tan aprovechables las dos. La Banca exige ayuda para que continúe el sistema que nos ha llevado a la triste situación actual. ¿Quién es capaz de inventarse otro sin que la revolución nos estalle de nuevo? La verdad, la nuestra, es que el ladrillo, dicen, pesa mucho y como son demasiados, atosigan. No se sabe que hacer con ellos. Quizá intentar venderlos casi en pública subasta con la dificultad que existe para fijar un precio que resulte salvador. Luego las autonomías que parcelan España cada una queriendo exhibir una personalidad que no tienen y entorpeciendo la implantación de las exigentes normas con que se intenta salir del atolladero. Otra dificultad, articial esta, para nuestra España. Destaquemos a las Vascongadas caídas en manos, parcilamente al menos, de un socialista de apellido Pérez, al que se le despega la corbata, sin duda por falta de uso con todo lo que ella pueda representar todavía. Y luego allá en Cataluña, Mas el presidente al que se le cayó el acento, pero que no le importa, con falta de ortografía y todo el sigue pidiendo más, más y más. Porque ellos, los catalanes, piensan sobre todo en las reivindicaciones dinerarias, el ajuste fiscal, por ejemplo. Siempre el dinero, contándolo. Si hasta para bailar cuentan, ahí tiene a la sardana, uno, dos... pasito a pasito. Y dejemos a la Andalucía irredenta ahora con Izquierda Unida añadida al tan demostrado fracaso político de sus gobiernos. En fin, asomémonos al exterior, pero dejemos a la Grecia de hoy que sigue sin encontrar una postura adecuada casi desde que los otomanos se alejaron de ella; la división, la balcanización predomina y cuenta únicamente con el dato positivo del interés de Occidente que quiere considerarla como la frontera que nos distancie del Cercano Oriente. Y queda el resto de nuestra Europa que tanto cojea y con una Merkel que la capitanea con el ahorro como lema único, incapaz como resulta el continente entero de matizar tanta dureza. El nuevo presidente francés puede ser para algunos, ese matizador. Hollande ya lanzó el kikirikí del sempiterno gallo francés. No está Francia para tirar cohetes tampoco, pero el gallo ya se ha hecho notar y hasta la Merkel se ha puesto en guardia. Veremos que resulta. Otra incógnita sin duda esta a nivel continental. Y pasa el tiempo. Dos, tres años, algunos señalan cinco al menos para que el horizonte se aclare A esperar pues. El que pueda, claro.