sábado, 7 de abril de 2012

HABLAREMOS DEL GOBIERNO

Me acusan de que ya no me meto con el Gobierno y efectivamente es así. Alejado Zapatero de la escena pública con sus dos buenos sueldos de por vida y alguna conferencia que pueda pronunciar por esos mundos de Dios, aunque no sea más que en países como en la Venezuela de hoy tan maltratada, donde ha conseguido que le escuchen y que le den además por su perorata nada menos que 60.000 euros, el hombre se va arreglando y gracias a Dios ya no le vemos. Ahora solo sufrimos el resultado de su inoperancia como presidente. Por eso, al Gobierno actual ni tocarlo todavía. Ya dará tiempo de lanzar el adecuado juicio cuando vayan dando algún resultado las medidas que está poniendo en práctica con la intención de arreglar el desaguisado heredado que tanto sufrimos y que es tan notorio que hasta le ha servido a Sarkozy de lema para su campaña electoral.

Tenemos a la vista, eso sí, el panorama general de esta España nuestra que parece que va saliendo de la sequía tan pertinaz como se calificaban allá por los años cuarenta las que se sufrieron entonces. En aquellos años hubo sequías y escasez de casi todo. Se salía de una guerra y había otra asolando y entenebreciendo el mundo. Ahora a la falta de lluvia que hemos sufrido se junta la gran amenaza  de un hundimiento general si nos fallan las decisiones decididas por Rajoy. (Algunos agoreros del ancho mundo lo comentan). Antes era diferente, en aquellos años cuarenta ya se estaba en el fondo profundo de un hoyo que no ofrecía más solución para tratar de superarlo que escalar las empinadas paredes de la nada en busca de luz. Ahora, en cambio, hemos llegado, nos han llevado, hasta el borde de un precipicio y hay que procurar que el vértigo no nos haga precipitarnos al abismo. En realidad no sé que es peor. Antes se necesitaba esfuerzo, ahora contención.

Luego, en el amplio panorama general que decimos, siempre hay personajillos que enturbian más el ambiente. Algunos caducos en realidad, pero desagradables siempre. Me refiero al catalán Pujol siempre retorcido y complicado, con su Ferrusola y su Pujolito impertinente, que se ha destapado: quiere claramente la independencia de Cataluña. Su oscura trayectoria se ha hecho totalmente negra. Claro que más perjudiciales resultan en este momento, cuando se necesita la cooperación de todos para evitar la amenaza del precipicio, otros individuos tales como Méndez y Toxo, sindicalistas que, asombrosamente, viven del Estado al que tanto perjudican, guiados no únicamente por una ideología desprestigiada que se ha hecho tan destructiva sino también y sobre todo por miserables intereses de grupo. Y por si fuera poco y cuando más unidos debemos estar, un abispo, el de Ciudad Real, arremete en su periódico diocesano contra los recortes anunciados por el Gobierno y contra la reforma laboral como si ese fuera su adecuado campo de actuación, lo que ha obligado a Dolores de Cospedal a decir que ella "no valora las palabras de los obispos", con lo que el tal purpurado ha armado la marimorena. Todo se agrava con otros documentos también críticos con las medidas del Gobierno emitidos por la Juventud Obrera Cristiana y por la Hermandad Obrera de Acción Católica. La autoridad del cardenal Rouco Varela se hizo notar muy adecuadamente prohibiendo tales documentos, aunque los del Obispo de Ciudad Real ya son públicos y notorios.

En esas estamos, con tantos entorpeciendo el camino, con los bancos apretando los tornillos de su avaricia y muchos, demasiados, buscando el duro. Pero la primavera adorna ya los campos y nosotros cuando llegue el momento sí que hablaremos del Gobierno. ¡Faltaría más!

domingo, 1 de abril de 2012

LA MEMORIA GUARDADA

Me asalta una duda a que me lleva mi ignorancia en esto de los adelantos de la vida moderna que tanto me sorprenden: ¿qué durará más lo impreso en papel o lo captado por internet?. Lo que quiero preguntar es si mis reflexiones de cuatro años nada menos, aparecidas aquí y cobijadas en esta Horadada persistirán en esta red sorprendente por más tiempo que en su nueva presentación en papel impreso que acaban de ver la luz bautizadas ahora, "Memorias de anteayer-lo que pasó y lo que pensé". A mí, personalmente, me satisface mucho poder manosear y hojear sus más de doscientas sesenta páginas. Además, gracias a esta nueva forma corpórea casi, su eco se ha ampliado a través de las ondas radiofónicas, otro invento no tangible, pero como más antiguo quizá más comprensible para mí, además de, por otro lado, haber obtenido alguna respuesta visible y legible en la Prensa diaria. Claro que el resultado de esta llamémosla satisfacción o, si quieren, vanidad por verse atendido y elogiado en los "papeles", hasta hoy no ha sido mucho más, entre las gentes con que me codeo, que una cierta ponderación tan solo a meras cuestiones físicas: "Estas muy bien en la foto, muy natural". Pero de ir a comprar el libro, nada.

En fin, veremos dentro de dos o tres meses la difusión que haya podido alcanzar el tal libro que para mí es uno más que me satisface tener y que me da ánimo para seguir introduciéndome en mí mismo con objeto de obtener alguna reflexión aceptable y sacarla a la luz o a las luces que la técnica nos vayan ofreciendo. Hasta ahora mismo, a mi alcance, la red esta que me abre la ventana a la que me asomo y desde la que vuelo o la muy deseable y satisfactoria del papel impreso en el que siempre me he cobijado. Porque uno, que ya lleva mucho tiempo a sus espaldas, ha convivido desde los veinte años nada menos con las linotipias, generosas puertas de salida al exterior. Libros y periódicos, páginas y páginas escritas, alternando en aquellos principios, vestido como iba con mi uniforme caqui de la honrosa "mili", el alegre esfuerzo a que me empujaba la vocación, con al necesario valor que se me suponía según rezaba una de las observaciones de mi cartilla militar, para seguir, risueño siempre, mundo adelante.

Y actualmente, ya sin uniforme distinguible, pero intentando conservar al menos el suficiente valor sin duda también exigible actualmente por tantos motivos, prosigo, intento hacerlo, por mi camino. Y ustedes, si se topan con algo de mi autoría en esta red o en el tradicional papel, se enterarán de mis nuevas reflexiones o ideas expuestas en prosa o en verso que de todo puede haber, todas, eso sí, aptas para su publicación. Las otras me las guardaré para mí solo como he hecho siempre y no pasarán a esa eternidad de las bibliotecas ni al desconocido tiempo de vida que les pueda conceder esta red que tan transitada se haya.