Chávez, el que quiere ser el caudillo bolivariano de Hispanoamérica, en una ocasión, sin duda promovido por su complejo al que avivaba el rencor, se definió racialmente explicando la mezcla de sangres que le proporcionaron el desagradable aspecto (esto no lo dijo él, lo añado yo) físico que presenta. Fue minucioso en una descripción que a nadie nos importaba. ¿Para que queriamos saber cómo era su madre o su abuela?. Se describió, creo recordar, de tornatrás, esto es, mezcla de albina y europeo, porque a su madre se la clasificaba como albina al provenir de morisca y europeo o sea, a su vez, en la intrincada mezcla de sangres a que nos llevó el respeto de la política racial española, la que descendía de mulata y europeo. Y más fácil ya, la mulata era mezcla de negra y europeo. El caso es que ahora reniega de su rastro de sangre blanca, esto es española y pretende después de haber empobrecido a los venezolanos, siendo uno de los países más ricos de América, acabar con el sistema educativo vigente al que tacha de español lo que le parece intolerable, para cambiarlo y adoctrinar desde pequeños a los niños, con el sistema marxista, no sé si leninista o stalinista.
En este odio -no hay que callarlo- sigue la senda que marcó Bolívar, el oficial del Ejército español que traicionó a la bandera que dijo defender bajo juramento. Y llegó en el colmo de su odio a las raíces de que provenía a afirmar que "los españoles por el hecho de ser españoles, son siempre culpables". Este sujeto que tal proclamaba, como el tornatrás de antes, olvidó lo que les dejó hecho España cuando alcanzaron la independencia. Un gran periodista santanderino, buen conocedor de América, nos lo explica:
"La nueva nación se encontró con tierras feraces de los valles de Oriente en pleno redimiento, y con una floreciente ganadería en los llanos de Maturín, Unare y la Guayana. España dejó en Venezuela una pujante explotación en las laderas de Caripe y de tabaco desde esta región hasta Cumaná; se explotaba azufre en el Pilar y el asfalto natural en Guanaco; las perlas en los mares de Margarita, y las tierras del Golfo de Paria estaban pletóritas de cacaotales; La Guayana trabajaba el hierro, y los placeres auríferos daban su fruto a los buscadores de oro. Así emepzó a vivir Venezuela su vida independiente".
Era 1811, ahora, 2009 ni cacao ni tabaco ni hierro, sólo petróleo, mucho petróleo con el que se aprovecha el Tornatrás para comprar a interesados amigos de su entorno americano, mientras en Caracas -me consta- escasea ya la comida, encarrilada como está para ser una segunda Cuba.
Uno de sus seguidores interesados para mantenerse en el poder es el boliviano Evo Morales que repite en cuanto tiene ocasión que él es indio, sin darse cuenta de que con esta obviedad que a nadie interesa porque además a la vista está, consigue, eso sí, hacer el indio de verdad. No se puede presumir de ser indio o negro o ario como hacían los nazis. Y a propósito de los indios como Evo que parecen renegar de lo que España les llevó, la civilización en fin, lean lo que Hernán Cortés escribió al Rey de España comentando las costumbres de esos pueblos, ¡cómo para dejarlos como estaban!:
"...Y todos los días antes que obra alguna comienzan, queman en las dichas mezquitas incienso, y algunas veces sacrifican sus mismas personas cortándose uno las lenguas y otros las orejas y otros acuchillándose el cuerpo con unas navajas, y toda la sangre que de ellos corre la ofrecen a aquellos ídolos...Y tienen otra cosa horrible y abominable y digna de ser punida... y es que todas las veces que alguna cosa quieren pedir a sus ídolos...toman muchas niñas y niños y aun hombres y mujeres de mas de mayor edad y... los abren vivos por los pechos y les sacan el corazón y las entrañas y queman dichas entrañas y corazones delante de los ídolos... No hay año en que no maten y sacrifiquen cincuenta ánimas en cada mezquita...y las muchas mezquitas que tienen no hay año que no maten y sacrifiquen tres o cuatro mil ánimas... Vean vuestras Reales Majestades si deben evitar tan gran mal y daño... Y Dios nuestro Señor será servido si por mano de vuestras Reales Altezas estas gentes fuesen introducidas y instruidas en nuestra muy santa fe... porque es cierto que si con tanta fe (como tienen)... ellos harían muchos milagros".
Lo que parece que no ha sido así, sino más bien lo contrario. No han conseguido salir de un lamentable tercer mundo y ahora, quieren intentarlo rechazando lo primero que puede ayudarles, negando o condenando la parte más importante de su historia, la que les abrió el mundo y les introdujo en la Historia. ¿Suspirará este Evo por sus antiguos ídolos mientras el Tornatrás se refugia en un marxismo tan superado ya para mantenerse en el poder y dominar a todos?.
domingo, 20 de septiembre de 2009
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