Uno de economía sabe más bien poco. Lo que mejor sabe hacer es gastar, aunque conoce el acierto de un refrán que le enseñó una vieja que a fuerza de ahorrar se hizo rica: "No hay mejor lotería que una buena economía", decía. Ahí esta el quid de la cuestión, saber y poder encontrar el verdadero camino que conduce a esa buena economía. Nuestro Gobierno está en ello y parece ser que siguiendo las órdenes de Bruselas vía la Merkel y Sarkozi, y en un principio hasta atendiendo la admonición del mismo Obama, disfrazada, claro, con la elegancia que puede otorgar la lejanía, está consiguiendo el beneplácito de los que mandan.
Hasta ahora este desgobierno que tenemos, para ahorrar se mete con los viejecitos que no pueden ni chillar y les siembra el camino, sin duda ya corto, de rebajas y de inconvenientes que les hará más difícil su existencia. Pero es que son muchos esos viejecitos y pocos los trabajadores que cotizan, parece ser la justificación que esgrimen. Y ahí vuelve a estar el quid de la cuestión: los casi cinco millones de parados a los que están dejando al parecer inermes, indefensos en verdad hasta no se sabe cuando. A la Merkel, a Bruselas les importa más bien poco las angustias privadas. Uno observa a las granes empresas españolas avanzar viento en popa por esos mundos de Dios y se alegra de verdad. ¿Pero y esas tachadas de pequeñas y medianas empresas que forman el verdadero tejido laboral del país? Esas, las PYMES, se encuentran olvidadas cuando son las verdaderas necesitadas de ayuda y las que en realidad proporcionarían puestos de trabajo en abundancia como ocurría antes de que el PSOE con Rodríguez a la cabeza, tomara las riendas del poder y, con sus negativas de lo patente, ocasionara el estropicio que nos aflige.
Verdaderamente hay que decir que el problema real lo constituye el propio Gobierno y profundizando en el tema debemos extender esa consideración a los políticos en general, tan mal valorados en las encuestas. Está claro que los partidos por un lado esgrimen sus ideologías, entendámonos, sus intereses de partido, tratando por el otro de que el pueblo, quizá un tanto narcotizado, crea que está representado por ellos, los políticos esos tan limitados. Así van las cosas.
Ahora también mira ese desgobierno a las Cajas de Ahorros, esos entes financieros que eran muy útiles cuando se crearon y terminaban con la coletilla de Monte de Piedad tan socorrido para el muy necesitado que, sin propiedades de fuste con que garantizar un préstamo, entregaba por ejemplo al acabar el invierno su abrigo que ya no necesitaba y que pasaría a recogerlo cuando los fríos asomaran de nuevo por el horizonte, previo abono, naturalmente, de lo prestado. Ahora ya no admiten esas bagatelas, ahora las Cajas son más importantes y algunas al notar que se fijaban demasiado en ellas, se transforman en bancos corrientes y molientes, pero más respetados. Tal la Caixa de Barcelona que dentro de muy poco pasará a llamarse Caixa Bank, sin la o de banco y con la k de kilo, en inglés, para entendernos mejor. Porque en Cataluña por lo que se ve, los letreros se pueden poner en inglés, pero no en castellano, que te multan.
En fin yo -que ya dije no soy entendido en economía- no sé en que va a consistir el beneficio con que socorrer las necesidades perentorías, las de hoy y las de mañana de los parados, porque el 2027 que ponen como meta del "beneficio" de lo de las pensiones, coge un poco alejado para los que tienen hambre hoy mismo. Si sé que estos arreglos que califican de estructurales, son al parecer necesarios y por eso sin duda, son muy bien acogidos y exigidos por los que mandan en la Unión Europea, porque España no es Grecia, ni Irlanda ni Portugal, España es grande y su rescate, dicen, pondría en peligro al euro y a la Unión misma. Que España es grande, ya nos lo dijo Franco. Una, grande y libre se decía en aquel entonces. Grande parece seguir siéndolo fijándonos en el temor de la Merkel y compañía; una ya no, ahora son o serán si continúan en sus poltronas los que mandan 17 miniespañas como algunos temen, y libre tampoco parece demasiado con Bruselas al tanto siempre ojo avizor. En fin, es lo que nos ha tocado en suerte. Los parados que descansen mientras tanto y piensen que cuando les llegue la edad de su jubilación será peor todavía.
viernes, 4 de febrero de 2011
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