domingo, 23 de noviembre de 2008

CARRILLO, CACHETE

Dios es el culpable de los problemas de España. Tal barbaridad y tal sinsentido lo vomitó Santiago Carrillo. "Si Dios fuera ateo, en España habría menos problemas" dijo exactamente a Rafael J. Älvarez en una entrevista publicada ayer en "El Mundo".

Santiago Carrillo, como bien saben, es un viejo, viejísimo, 93 años tiene, que como les ocurre a tantos de su edad, quedó anclada su memoria en los años de juventud, una época -para su desgracia- en la que tantas barbaridades asolaron nuestra tierra. Pero él, Santiago Carrillo, por lo que parece, no las condena, porque él no tiene la noción del arrepentimiento: "Yo no me arrepiento, porque el arrepentimiento es una noción religiosa y yo soy ateo", siguió vomitando.

Es decir, como se declara ateo, no distingue el bien del mal, conceptos estos siempre valorados a lo largo de la Historia, independientemente de tener creencias religiosas o de carecer de ellas. Y si no, como ejemplo, que empiece dándose una vuelta con el peripatético Aristoteles, entre otros.

No lo hará, claro, él no pasa de Franco y de su Frente Popular. Se quedó anclado en la época de Paracuellos, de las checas de las que iban sacando, paulatinamente, a tantos "señoritos" para darle el "paseo". Él, desde su sillón con bastante mando y control del orden público, no se enteró de nada. Y si se enteró no se arrepiente de haberlo tolerado (no sé si ordenado) porque es ateo y los ateos -según parece aceptar creo que equivocadamente- no tienen sentido del bien ni del mal.
Creemos, sin embargo que del bien y del mal subjetivos si tendrá conocimiento. Sabrá que un dolor es un mal y que a una sensación placentera el común de los humanos la denomina un bien. Esto lo entiende todo el mundo, hasta Carrillo sin duda. Otra cosa es que no se pare a considerar ni al bien moral ni al mal moral, lo que llaman los filósofos el bien y el mal objetivos.

Yo me atrevo a recomendar a este anciano que en el tiempo que le quede con lucidez, aprenda, dejando de preocuparse de las creencias religiosa de los demás, que lo moral debe someterse a un valor, en tanto que lo inmoral y lo amoral, es lo que se opone a todo valor, que le es indiferente. Tomando esto en cuenta, la gente de bien, creyente o atea, acepta que lo moral es la obediencia a la ley así calificada y fijada por las normas, las leyes y las costumbres de la sociedad. Quien no acepta esto resulta un inmoral o un amoral. Tal Carrillo por lo que se desprende de la entrevista en cuestión y ojalá pueda demostrar lo contrario.

Creo, sin embargo, que le va a ser difícil hacerlo. Si estuviese dispuesto a ello, habría comenzado hace tiempo a explicar, obedeciendo a la tan deseada y cacareada petición de Memoria Histórica, todo lo que vivió en el Madrid de su tiempo. Lo de Paracuellos (de lo que está "hasta el copete", pero no lo aclara) de los asesinatos en las checas, de las persecuciones, etc. etc. Nos gustaría que hablese Carrillo de todo por lo que se siente orgulloso y le impide arrepentirse.

Y que deje las obsesiones: "Se necesita protección" porque "hay comandos falangistas que viven en el 38" dijo también ayer. Por Dios (y Ud. perdone) "la dialectica de los puños" ya pasó, como han pasado los falangistas y los suyos de su tiempo.

Visto lo visto ahí va un consejo: creo que para ser consecuente, debería quitarse el san de su nombre y llamarse solamente Yago, cuadra mejor con un ateo que pone la moral en cuarentea.

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