miércoles, 9 de julio de 2008

PRINCIPIO Y FIN A LA CARTA

Cuentan de Fray Luis de León que cuando le dejó libre la Inquisición después de tenerle cinco años en prisión, volvió a su cátedra de Salamanca y exclamó al comenzar su clase algo como, "deciamos ayer", dando a entender que todo seguía siendo igual. Como aquí, pienso, todo igual hoy que ayer, quizá también que mañana y que pasado si Dios no lo remedia. Y nosotros tendremos que seguir hablando, por lo tanto, de lo siempre, como ayer, del Gobierno, mal claro, porque no solo no hace, que yo sepa, una cosa elogiable, sino que nos anuncia cambios drásticos en temas esenciales que nos hacen temblar. Me refiero al aborto y la eutanasia.

Sé que con esta actitud intenta distraernos del gran problema, y tan acuciante, de la crisis económica, pero es que esos asuntos que anuncia son de tal envergadura que conociendo el talante y la ruindad de la mayor parte de la plana mayor no sólo del Gobierno, sinó del partido socialista, no cabe esperar nada decente.

Acaba de clamar el tal Rodríguez que "algunos políticos y comentaristas llaman radicalismo a lo que es democracia", con lo que intenta condenar radicalmente al mutismo a esos políticos y comentaristas que democráticmente exponen sus ideas.

En fin, decía Unamuno en "El abogado de Leviatán" que "un pueblo contento con su Gobierno es un pueblo abejil u hormiguno, es decir irracional". Aquí en España hay mucha gente descontenta, aunque por lo que se ve, hay otra abejil u hormiguna que le apoya y en la que él se apoya.

Por su parte, Aristóteles -estamos de citas- llamó a las abejas y a las hormigas, animales políticos, lo que no es mala comparación y puede que tenga razón el griego, porque esta cita me lleva a fijarme en el otro partido, el PP, al que muchos hemos dado un voto de confianza, pero al que observamos un comportamiento quizá hormiguno, siempre igual, monocorde, monotemático. Dice que piensa prestar toda su atención al tema económico que buena falta hace; pero cabe preguntarse también si el PP tiene una idea clara así mismo de cómo debe ser la ley del aborto o sobre la eutanasia, ahora que pretende ser muy centrista, lo que está muy bien, es decir quiere ser"moderno y actual" en esta España que, dice él, ha cambiado.

El Psoe ya ha anunciado que estudiará las leyes del aborto más "avanzadas" de Europa, no ha dicho las mejores. Señala además que la ley española ha quedado anticuada -¿tan pronto?- y aprovechando que la medicina avanza una barbaridad y, por lo tanto, consigue recuperar a los nacidos con cada vez menos tiempo de gestación, Rodríguez y los suyos, pretenden legalizar el aborto con más semanas de embarazo que ahora.

Y luego habla de la muerte digna. Pregunto: ¿Cual es la muerte digna y cual la indigna?. Los conquistadores españoles de América hablaban y subrayaban que alguno de ellos "murió de su muerte". Es decir, no por efecto de las flechas indias que era tan habitual. Morir de su muerte era una ilusión que algunos alcanzaban. Con la ley de eutanasia no sé si moriremos de nuestra muerte o de la que nos impongan personajes tales como el medicucho ese que se dedicaba a adormecer a los ancianos. ¿Con qué criterio lo hacía? ¿A quien consultaba?

En fin, ya sé que individuos enfatuados y solemnes, aunque sin corbata, redactarán unas leyes tan justas como otras de distinta índole que tanto sufrimos y, democráticamente nos las impondrán, que es la manera actual de ejercer la dictadura de unos cuantos.

¿Y qué piensa el PP al respecto?

Terminarán, pues, regulando lo nacimientos y las muertes. El principio y el fin, el alfa y el omega sin que los afectados puedan decir ni mu en tan decisivos momentos , porque el abortado no conocerá el mundo al que venía ni sabrá qué es lo que hacen con él; mientras que el sacrificado, el anciano, o bien olvidó donde está o no tiene ya fuerza para gritar.

Lo que si oigo a tantos es lamentarse de que cuando iba a nacer Rodríguez no fuera legal el aborto provocado ¡Qué le vamos a hacer! Te salvaste, macho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabar con lo que nos molesta, da igual que sean cosas, costumbres o vidas. Las de los niños que nacerían si los dejaran o de los viejos que no se mueren y ya resultan inservibles. Es resultado de la nueva conciencia de los que mandan.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con la protesta. Algo similar he leído en varios artículos publicados en lahoradada.blogspot.com
Yo me llamo Augusto y alguna vez he hecho comentarios a los acertados artículos que aparecen en ese blog. Y habría que hacer más comentarios y protestas contra esta democracía dictatorial.