lunes, 15 de septiembre de 2008

ACLARACIONES NO SOLICITADAS

Del artículo del otro día, "Mis memorias históricas" recreado en esta misma roca de La Horadada, no he tenido, al menos hasta ahora, ningún comentario ni siquiera de mi anónimo ¿amigo? que casi acertó a definirme el otro día. Pero si me han llegado como rumores que por lo que deduzco provienen de miopes de la política, tanto de los situados a babor como a estribor, pues en las dos bandas del barco este en que navegamos, existen miopes de la política como digo, mal intencionados también y hasta tozudos.

Así, de los de estribor, aclarándolo para los mesetarios, de los calificados de derechas, pero de entre ellos los más exagerados, de los que casi caen por la borda, los hay que arremeten contra mi porque en ese artículo del otro día al que me refiero, trato con dureza a ese gobierno dictatorial que nos obligaba, "prietas las filas" a marchar por la ruta imperial, camino ya según sabemos, impracticable desde 1898.

Esto por una banda, por la otra, la de babor, es decir, la de la izquierda según emproamos, también se disgustan porque no aceptan que sus compinches del Gobierno o del partido, se vean tachados de fúnebres, casi cuervos, que se recrean con la política fomentadora de la muerte. "Es que eso es la libertad", parece que dicen.

Pero ¿qué querran qué diga los de ambos lados? Esto es lo que hay y eso es lo hubo. Antes se creaban ideales utópicos para tener sujetos a todos e ilusionados, lo que con los más pequeños a veces se conseguía. Ahora se trata de acabar con toda clase de espiritualidad como algo que atenta contra la libertad y se fomenta un positivismo inhumano, con lo que la posibilidad de crear alguna ilusión se torna imposible. Se forma una sociedad triste.

Dicho esto y olvidando el pasado porque ya pasó y no hay quien lo cambie ni siquiera los separatistas con sus mentiras, conviene recordar a los de ahora que los pueblos necesitan héroes, mitos incluso en los recrearse y afianzarse. Se ha dicho que si no existieran esos héroes ni esos mitos habría que inventarlos. Aunque, añado yo, sin exagerar como ocurrió en el régimen anterior. Tampoco, desde luego, acabar con ellos, con los verdaderos, como hace el régimen actual, auténtico exterminador de ilusiones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta. Se atreve a hablar del franquismo con naturalidad, cosa que ahora no se ve, porque no se atreven a hacerlo ni los de un bando ni los del otro. Aunque algunos, muchos, habran alzado la mano con gusto muchas veces.