lunes, 11 de enero de 2010

VISTA A LA IZQUIERDA

Esta es una izquierda falsificada, la que ahora sufrimos, la que ella misma se minimiza con el apelativo , tan disminuido, de progre. Cayó el Muro de Berlín y parece que fue encima de ellos, dejándoles inservibles. El fracaso del comunismo, una opción para mejorar el mundo, les ha dejado a los izquierdistas de ahora sin horizontes. No encuentran alternativa de fuste para cambiar el "status" actual. Ya no hay proletariado al que redimir. Y a falta de una contestación social adecuada, siempre tan necesaria para el mejoramiento de lo existente y tan en los adentros de la esencia humana, los progres sólo intentan desgastar el sistema vigente, pero sin aportar solucioones que lo mejoren.

¿Cual es la ideología de esos progres tan chillones? Ninguna en realidad, no la tienen, no aspiran a sustituir, porque no saben con qué, la realidad existente, sólo desgastarla. Carecen de sistema alternativo y se arremolinan alrededor de unos tópicos sin casi fundamento. No luchan contra el capitalismo, que sería lo suyo porque son incapaces de ofrecer algo serio que lo sustituya. Los obreros están callados, ya no es su lucha la que pretenden establar esos progres que dicen enfrentarse a problemas totalmente inexistentes ya en los regímenes democráticos. Tal su frente por la libertad sexual, como si ya no la hubiera hasta de forma escandalosa por tantos sitios. Una libertad sexual que se ha hecho pública cuando acaso no debería haber salido del ámbito privado. La provocación de los homosexuales, de las abortistas que parece que disfrazan su realidad de movimiento político. El racismo, otro frente imaginado e inexistente en las democracias en las que lo único que a veces se observa es una defensa justa de sus modos de vida ante la agresión de los advenedizos. No existen leyes racistas. Otro tópico, el feminismo, postura exagerada de algunas, cuando nadie intenta quitar a las mujeres los derechos tan justamente conquistados. Otro más, el nacionalismo que pretende cuartear la unidad de los países para volver a unas formaciones medievales inventadas, tan pueblerinas. Más, la globalización quiza inevitable dados los avances de los medios de comunicación, instantáneos en realidad.

Estos progres sin ideas de mejoramiento, sólo de destrucción, se arremolinan también en un ecologismo amenazante. Ciertas ONGs y los denominados "verdes" en una confusa mezcolanza se oponen airadamente tantas veces a la marcha del mundo. Pero no aportan -repetimos- idea alguna que sirva para mejorar esa marcha y en verdad que sería conveniente que alguien surgiera capaz de corregir los errores que todos vemos. Pero de los progres actuales no cabe esperar nada de provecho. El fracaso del comunismo dejó vacías sus cabezas, sin nada aprovechable en ellas.

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