martes, 25 de mayo de 2010

RETRATOS DEL ALMA

Se ha dicho que los sinónimos no existen, que cada palabra tiene algún matiz que la hace única, puede ser, pero si no nos metemos en profundidades excesivas hay que aceptarlos porque convienen para dotar de alguna variedad y precisión al lenguaje. Me he encontrado con la palabra deslealtad y a bote pronto me he podido topar con casi veinte sinónimos que tomados en su conjunto con los matices que se quiera dar a cada uno, comprobamos que convergen, todas las veces, en un mismo sujeto. Y no digamos si nos fijamos en las palabras análogas, con ellas se puede conseguir el perfil exacto de cada individuo, su retrato importante, el del alma que, a veces, en contra de lo que dice el refrán no se refleja en la cara. Vean, es un juego lo que les propongo: si a la deslealtad citada la acompaño, usando esto de las analogías de, por ejemplo, la falsedad, el fingimiento, el disimulo, la mentira, el engaño, la vileza, la traición...y así podríamos seguir, ya resulta muy fácil adivinar quien es el sujeto al que le viene como anillo al dedo todos estos adjetivos que lo describen y casi lo señalan. ¿Quién es a ojos vistas falso, quién finge, quién engaña? ¿Ya lo han adivinado?. Efectívamente, nuestro presidente del Gobierno, el ZP que sufrimos porque desde hace seis años, habla y miente, habla y se contradice a sabiendas, y disimula mientras, cíninicamente, sonríe y sonríe. Así una vez y otra y otra.

Esto es cosa sabida y se ha hablado demasiado ello, pero en lo que a mi concierne faltaban los calificativos que aquí incluyo sin tacañería, todos juntos. Me he querido dar el gustazo. Además creo que eran necesarios ya que algunos todavía fingen ver a ZP agigantado, hasta el punto de que le han llegado a comparar con Maquiavelo nada menos; qué ignorancia, si el florentino, allá en el XVI derrochó habilidad que luego recogió para que lo comprobaramos en su obra "El Príncipe". Y a nuestro ZP lo que le falta es habilidad precisamente y le sobra vileza. Y ya que estamos de sinónimos y analogías, citemos junto a la vileza a la pillería, a la deshonestidad, a la indignidad, a la falta de vergüenza y a más que me callo por aburrimiento, que todos cuadran con la persona que miente y engaña sin consideración.

Pero aclaremos que no es él solo, el llamado Zapatero, el que se hace acreedor a tantos calificativos. Con el juego que les he brindado, si observamos bien el significado de cada palabra, comprobaremos que se las podemos enjaretar, con toda justicia, a otros muchos, Veamos de nuevo: viles, pillos, indignos, deshonestos y faltos de vergüenza son también todos los paniaguados zampabollos que, sin ideales, se amoldan a las desvergüenzas del presidente. Me refiero a los ministros que le siguen y que le aplauden afirme lo que afirme el jefe, niegue lo que niegue el jefe. Todos, desde la de los pelos, la Fernández, hasta la Viviana, esa que le gusta hablar de porquerías. Todos ellos seguidos, no los vamos a olvidar, de los demás chupones de su partido encabezados por la Pajín, campeona de la doblez y por supuesto, de los mandamás de los Sindicatos que con sus buenos sueldos y sus medidos pasos, a nadie engañan.

Y junto a tanta humillación y tanto deterioro que sufrimos, empezando por el propio Psoe, partido importante para el equilibrio de las fuerzas políticas y al que tanto desacreditan y ya que estamos de aclaraciones, no vamos a dejar de señalar otros perjuicios que padecemos, los que nos afectan tan claramente al bolsillo por ejemplo, y de los que tantos se aprovechan, desde los ayuntamientos con el cuento de sus contratas y subcontratas que encarecen tanto cualquier servicio y a tantos benefician, hasta el despilfarro innecesario de las autonomías, verdadera sangría buscada y aceptada por los partidos, principales beneficiados de tan tremenda dispersión.

Y acabo. Dejo para otro día un especial dedicado a Montilla. No le califico ahora porque en realidad se descalifica él sólo. Habrá otro también especial para el Senado ahora políglota, tan innecesario del que el andaluz renegado se ha aprovechado. Sin olvidar a la Justicia que ya no parece ciega de tan politizada como está y que también se merece nuestra especial atención.

Como ven esto es un no parar, se me van a acabar los sinónimos y las analogías. No sé si habrá para todos.

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