jueves, 12 de junio de 2008

HABLEMOS DEL GOBIERNO CON EL MEJOR TALANTE

Primero una pregunta que lanzo como un globo sonda en este desierto de mi blog, por el que sin embargo, a veces, pasa alguno y hasta se detiene y me echa una mirada que tanto agradezco, aunque sea tan silencioso su paso, las más de las veces, que hace imposible el conocimiento.

Pero a lo que iba, porque me tiene sin vivir en mi el don de la ubicuidad que lucen algunos: socialismo o liberalismo; noche o el día; derecha o izquierda; arriba o abajo.

Nadie puede estar en dos sitios a la vez. ¿Por qué, entonces, muchos socialistas presumen de liberales? El liberal ensalza al individuo, el hombre libre, así nació. El socialismo el grupo al que tiende a dirigir si no a manipular. Es el nuevo despotismo, desde luego no ilustrado.

Trataremos de profundizar sobre esto en otro momento, con sus matices y retorcimientos.
* * *
Cambiemos de tercio y vayamos ahora a visitar a la sorprendente titular de eso que se llama Ministerio de Igualdad desde el que trata esta jovencita de trastocar todo. Cuenta la moza (es un decir) que la Real Academia de la Lengua -de quien ha recibido un rapapolvos- terminará por darle la razón dentro de "equis tiempo" y admitirá la palabra "miembra" que ella ha inventado.

Dice también -desde luego no avalada por una experiencia ni una sapiencia que no muestra ni se la supone- que "es necesario sentar las bases de un nuevo modelo de masculinidad" porque "los hombres siguen asumiendo sus roles tradicionales".

Pero no para aquí la cosa, ella y su equipo están ahora concentrados para inventar otros términos con que denominar en lo que llaman matrimonio homosexual, a quien figura como padre y a quien hace de madre, quien, en fin, debe asumir el papel de la paternidad y el de la maternidad , pero sin utilizar estas denominaciones de padre y madre.

Será difícil este parto sin duda, porque la víctima de todo esto, quiero decir el niño que sufra a esas familias, comenzará en sus primeros balbuceos como todos, diciendo pa, pa, pa y ma, ma,ma.
Y veamos que hace la ministra para que un recién nacido pueda enterarse de las estupideces de esta "miembra" del Gobierno que sufrimos y cambie su discurso.

Con todo y para que vea mi buena intención, me atrevo a ofrecerle un consejo a esta Aido, la "miembra". Para hacerse más creible, debe dar ejemplo y adecuar su apellido a su sexo (con perdón) a su género y cambiarlo por Aida que además es más musical y, si en el camino se le pierde la A inicial, no importa, quedará más a propósito para ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que razón tiene. Mejor le vendría el nombre de Ida, pero lo ideal sería que fuera de verdad y que se fuera.

Lo tremendo es que R. Zapatero nombre a estas personas para que sean "miembras" de su Gobierno.